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Este estado de  cuarentena o de encierro hace que salga lo mejor o lo peor de cada uno de nosotros. Si hemos decidido rezar, o transformarnos, o golpear, o robar o crear es cuestión del grado de conciencia  que tenemos. Muchos de nosotros dice tenemos hambre, tenemos sed, tenemos miedo pero no hacen nada. Solamente la gente compite y se queja pero no hacen nada. Se fijan en los demas en lugar de mirar sus propios errores. Le echan la culpa al vecino, al pariente, al gobierno y no se dan cuenta que la culpa la tienen ellos mismo. Nadie los va a ayudar si no se ayudan a si mismo. El mundo es el reflejo de lo que somos. No te la agarres con el agua si no te gusta el reflejo. Es evidente que la gente que te insulta, que no te quiere, que te atropella, que se siente mejor que vos es indigan. Es gente que no se valora, que no sabe conseguir un pedazo de pan, que solo sabe atacar al otro.  Veo muchas cosas en los barrios vulnerables que se puede hacer, como por ejemplo juntar todas las